lunes, 14 de febrero de 2011

La celebracion de San Valentin


Esta es una celebración que no supe ni cuando, ni como aterrizó entre el mestizaje latino americano; no existía en mi ya lejana niñez y como tantas otras fiestas importadas, me parece que los comerciantes tuvieron buena culpa en ello.

Los anglosajones resolvieron celebrar por estas épocas el día de los enamorados, por que era fechas que coincidían con el apareamiento de los pájaros y si unos podían, porque otros no, de paso se arrunchaban* y le huían al terrible frío; comprensible, resultaba equitativo que todos estuvieran en el nido. Pero con este motivo no se puede celebrar el día de los enamorados en el trópico, aquí no hay época especial de apareamiento para nadie, el calor del trópico entre sus atractivos tiene el de la posibilidad de que ello ocurra cuando a los animales les  venga en gana y haya con quien, incluido el mono desnudo.

Anacrónica y cursi dama
El popular San Valentín llegó a engrosar el santoral de la iglesia católica en la época de la persecución de los cristianos, cuando los romanos resolvieron prohibirles a los soldados que se casaran, porque creían que los solteros rendían más para sus fines y sus servicios en el campo de batalla. El bueno del Valentín que ya pertenecía a la clerecía, resolvió desobedecer y casar a los soldados bajo el ritual cristiano a escondidas de los ojos romanos, por lo que adquiere prestigio de doctora corazón entre los enamorados, lo que no lo salvó de la ira de Claudio quien ordenó al lugarteniente Asterius que lo ejecutara. Su martirio, por casamentero, ocurrió un 14 de febrero.

La coincidencia de la fecha la aprovechó la iglesia para ponerle la competencia  a las Lupercales, fiestas paganas  de los romanos, que a mediados de febrero celebraban el día de la fertilidad y ahí si se trataba de una fiesta, mejor dicho un fiestón, con todo incluido, como dicen en algunos hoteles en boga. Hoy resultaría un crimen de lesa humanidad celebrar el día de la fertilidad cuando somos tantos, tan atrasados, depredadores de todo lo que se nos atraviesa, inconscientes y dañinos.

Los comerciantes, especie implacable y ventruda, que crea necesidades innecesarias, que todo lo encarece y lo vuelve elemental, inventaron en el orbe entero, ya que son iguales en todas partes, que el 14 de febrero se celebrara a partir de cursis tarjeticas rosa, dulces, chocolates, regalos, en fin algo que se compre. 

Todo lo que sucede en tan  prosaico marco, sin raíces, sin identidad, mueve más a la burla que al sentimiento genuino de amor o de amistad. El amor y la amistad que justifican el paso por este mundo que nos hemos encargado de deformar, merecen que les demos puesto respetable y digno, alejado de lo cursi y lo mercantil. Si alguien quiere invitarme hoy a algo que me lleve mejor a unas Lupercales, total que a estas alturas del paseo ya tengo patente de corzo.


Clemencia Gómez S.

Arruncharse: colombianismo que retrata la acción de abrigarse en compañía.